"¡Sí! ¡Tu mamá me dio un millón y yo los acepté!"

"Y sí, ya no te amo. ¡Estoy enamorada de Shawn Dai! Todo ha terminado entre tú y yo ..."

Antes de que Macy Qin terminara de decir sus palabras, Charley Huo, con sus labios húmedos, besó sus labios rojos.

Como si fuera una bestia salvaje enloquecida, la empujó contra la pared y mientras sujetaba su barbilla, la besó apasionadamente.

Luego, sintió como su mano pesada recorría su cuerpo por debajo de su blusa como si quisiera devorar todo su cuerpo a pedazos ...

Sorprendida por su repentino comportamiento, Macy le dio un fuerte empujón, diciendo: "¿Así que solo quieres acostarte conmigo? ¡No hay problema! ¡Dame otro millón y te dejaré hacerlo cuantas veces quieras!"

Charley dejó de tocarla y las yemas de sus dedos se helaron inmediatamente. Su mirada perpleja lucía aterradoramente fría e inexpresiva. Macy no pudo evitar estremecerse.

Charley retiró su mano rígida y dijo con voz áspera:

"¡Todo acaba de terminar entre nosotros, Macy Qin!"

Luego la apartó y se marchó.

Al fin y al cabo, fue él quien puso fin a la relación.

El rostro de Macy estaba muy pálido. Mientras estaba de pie, recostada en la pared, rompió en llanto.

Aún podía escuchar las palabras que le había dicho la madre de Charley: "¡Una cualquiera como tú no merece dar a luz a un hijo de la familia Huo! ¡Solo hay un destino para este bastardo, morir!"

Pero ella no quiso abortar. No podía hacerlo porque su padre ni siquiera conocía su existencia.

Estremecida de dolor, sujetaba su vientre, su rostro estaba cada vez más pálido. La sangre manaba de su pelvis. Su hijo…

Cuatro años después…

Tan pronto como sonó la campana de fin de jornada, Macy se apresuró para llegar a la parada del autobús.

"¿Tienes prisa por ir ver a tu hijo en el hospital?"

Preguntó un colega mientras salía de la empresa con Macy.

"¡Sí! El pequeño me está esperando." Macy aceleró el paso mientras hablaba.

Mientras el colega observaba como Macy salía corriendo de prisa, suspiró levemente y dijo: "¡Las madres solteras tienen una vida difícil, pero la de ella es aún peor!"

"¡Lo sé, Lucas es tan adorable! Es tan injusto que tenga leucemia, especialmente porque su familia tiene muchos problemas económicos. ¡Pobre niño!" Añadió otro colega.

"También necesita un donante de médula ósea ... y es realmente difícil encontrar uno compatible".

...

En el Hospital Fu Jen

Tan pronto como Macy llegó al departamento de hospitalización de la sala de hematología, pudo ver a un adorable niñito, con grandes ojos oscuros y la cabeza calva que estaba frente a la estación de enfermería, mirando sin parpadear hacia al ascensor lleno de personas.

Cuando vio a su madre, comenzó a correr hacia ella con sus pequeñas piernas cortas y se abalanzó contra su pecho.

"¿Extrañaste a mamá?"

Macy caminó hasta la estación de enfermeras con Lucas en brazos.

"¡Sí! ¡Te extrañé tanto!" Lucas la besó en la mejilla.

Macy observó que la estación de enfermeras estaba vacía, sorprendida le preguntó a Gigi, quien estaba al lado: "¿Eres la única de servicio en la estación de enfermeras hoy? ¿Dónde están los demás?"

"¿Los demás?"

Gigi sonrió e hizo un gesto, señalando hacia el final del pasillo.

Allí se encontraba un grupo de enfermeras vestidas de blanco, quienes miraban algo a la vuelta de la esquina y suspiraban de vez en cuando.

Un poco confundida, preguntó: "¿Qué están mirando?"

"¡Un chico apuesto!"

"¿Un chico apuesto?" Macy comenzó a reír.

"Están viendo al nuevo extraordinario cirujano. ¡Dicen que es el profesor más joven y atractivo que hayamos tenido!"

Es impresionante.

Como sentía un poco de curiosidad, Macy tampoco pudo evitar mirar.

Pero la multitud de enfermeras se había dispersado y ya habían regresado a sus labores, con una notable simpatía y sin disimular su enamoramiento en sus miradas sonrientes.

Unos días después, cuando Macy salió de la oficina del director, se percató de que tenía más de una docena de llamadas perdidas en su teléfono, así que rápidamente devolvió la llamada.

En la otra línea, alguien contestó el teléfono. "¡Macy, Dios santo!"

"¿Qué sucede? ¿Qué pasó?"

"Es Chelsea, ella ... ¡intentó suicidarse!"

Las palabras cayeron como un balde de agua helada en la cabeza de Macy. Pero se sintió un poco aliviada al enterarse de que la vida de su hermana menor, Chelsea, ya no estaba en peligro. Luego, terminó la llamada y fue de prisa a pedir un permiso de salida a su jefe.

Después, ya cuando estaba en el metro, llamó otra vez a Maya Lee y le preguntó. "¿Por qué Chelsea intentaría suicidarse?"

"Pues..."

Maya titubeó ante la pregunta

"Maya, si aún me consideras como una hermana, dime la verdad." Dijo Macy.

"Está bien, te lo diré. Chelsea realmente no trató de suicidarse. Simplemente se arrojó desde el tercer piso a propósito".

"¿Está loca?" Macy gritó con enfado, olvidándose de que estaba en un lugar público.

"Ella ... se enamoró de un neurocirujano del Hospital Fu Jen. Creo que su apellido es Huo o algo así, pero, de todos modos, ese médico no le puso cuidado. Así que ella recurrió a esta terrible idea".

¿Doctor Huo? ¿Acaso era el médico del que las enfermeras estaban hablando el otro día? ¿Al que llamaban el hombre más sexy del hospital, quien podía enamorar a las chicas solo con su voz?

¿Chelsea hizo esto por un hombre? Su estado mental debió haber estado alterado mucho antes que esto sucediera.

"¡Chelsea, será mejor que tengas una buena explicación!"

Cuando Macy llegó al cuarto donde su hermana estaba en el hospital, enojada, arrojó su bolso sobre la mesita de noche y miró con furia a Chelsea, que estaba acostada en la cama y cubierta con vendas.

"Macy ..."

Después de darle una reprimenda a su hermana tontamente enamorada, Macy salió de la habitación mientras movía una botella de agua caliente de una mano a otra.

Luego, alzó su mirada y vio una figura alta familiar que no había visto en mucho tiempo.

Antes de que pudiera tener una imagen más clara, la figura desapareció rápidamente al final del pasillo. Macy quería perseguirlo, pero se detuvo después de dar el primer paso.

¡Esta era A City, que estaba a cien mil millas de distancia de la S City, donde él se encontraba! Pero incluso si hubiese sido él, ¿qué podría hacer ella?

¿Seguirlo a donde quiera que fuera, como si ella no tuviera nada que perder?

Aturdida, Macy llenó la botella con agua y luego caminó desde la estación de agua hasta la habitación del hospital de Chelsea.

"Su fiebre casi ha desaparecido. ¿Todavía siente náuseas o se siente mareada?"

Cuando Macy entró en la habitación, escuchó una voz masculina profunda e irreal.

El tono familiar de esa voz parecía ser una alucinación. Por un momento, ni siquiera podía respirar.

Chelsea la llamó, "¿Qué haces, Macy? ¿Por qué estás mirando al Doctor Huo?"

Charley no se volvió para mirar, hasta que escuchó la voz de Macy detrás de él, "Chelsea, ¿tienes sed? Te traeré un poco de agua".

Él se quedó perplejo por un instante, al darse la vuelta, inmediatamente miró a Macy en la puerta.

Se vieron el uno al otro. La mirada penetrante de Charley provocó que Macy dejara de respirar por un momento. Su corazón latía como un tambor, agitándose salvajemente en su pecho. Se notaba el asombro a través de sus ojos oscuros, pero fue algo momentáneo, ya que luego lucía tranquilo, como si no estuviera interesado en ella. Tal vez después de no haberla visto durante esos cuatro años, se había convertido en una extraña sin importancia para él.

"¿Eres familiar de Chelsea Qin?", preguntó. La voz profunda de Charley parecía el sonido grave de un violonchelo, sonora y exquisitamente seductora.

"Si." Macy asintió. Su mano que sostenía la botella de agua caliente temblaba de nerviosismo. "Soy su hermana."

Charley se dio la vuelta y continuó con la examinación básica de Chelsea.

"Es posible que la paciente deba permanecer en el hospital bajo observación durante unos días más. Preste atención a su estado, si tiene náuseas o vómitos, búsqueme lo antes posible".

"Lo haré, gracias."

Macy aún seguía un poco nerviosa. Caminó hacia la mesa y le sirvió un poco de agua a su hermana.

"Macy, ese es el Doctor Huo del que te hablé, mi médico tratante, se llama Charley Huo!", dijo Chelsea mientras seguía mirando a Macy.

Sin darse cuenta, inclinó la mano que sostenía la botella de agua. Un poco de agua caliente le salpicó el dorso de la mano y la sensación quemante la hizo gritar del dolor.

El dorso de su mano inmediatamente comenzó a arder de dolor.

Inconscientemente escondió su mano derecha detrás de su espalda y continuó vertiendo agua de la botella, pero de repente sintió un escalofrío en el dorso de su mano y se dio cuenta de que alguien la sostenía. Era Charley.